lunes, 22 de noviembre de 2010

La Inflacion

INFLACION
Se define como inflación al aumento generalizado del nivel de precios de una economía de bienes y servicios. O lo que es lo mismo un descenso continuo en el valor del dinero. El dinero pierde valor cuando con el no se pude comprar la misma cantidad de bienes que con anterioridad.

IPC
Índice en el que se cotejan los precios de un conjunto de productos (conocido como "canasta" o "cesta") determinado con base en la encuesta continua de presupuestos familiares (también llamada Encuesta de gastos de los hogares), que una cantidad de consumidores adquiere de manera regular, y la variación con respecto del precio de cada uno, respecto de una muestra anterior. De esta forma se pretende medir, mensualmente, la evolución del nivel de precios de bienes y servicios de consumo en un país.

Efectos de la inflación
Anteriormente se dijo que la inflación podía afectar a la economía de distintos modos: merma el poder adquisitivo del dinero, puede favorecer a los acreedores si los deudores han previsto una inflación inferior, genera algunos costos administrativos, distorsiona la toma de decisiones, afecta las inversiones productivas, afecta la balanza de pagos y distorsiona el orientador del mercado. Todo esto no sólo influye sobre la economía como un todo, sino que tiene un fuerte impacto sobre la actividad empresarial.

La productividad:
La empresa puede sufrir efectos según sea la combinación de los distintos factores productivos que emplee. De ese modo las variaciones relativas de los costos salariales, los costos de los bienes de capital, etc., podrían hacer que se tenga que variar la asignación de recursos original, ya que de acuerdo con las nuevas condiciones tal vez deje de ser la óptima.
En la medida que los precios específicos de los diferentes factores aumentan en forma distinta, algunos equipos podrían resultar obsoletos, un equipo que es considerado el ideal para cierto nivel salarial podría no serlo para un nivel superior. También las variaciones en la demanda pueden provocar la obsolescencia de alguna maquinaria y equipo, ya que un conjunto de máquinas podría ser el mejor para cierto nivel de producción y dejar de serlo por el aumento en los costos para distinto nivel de producción.

La situación financiera y el análisis financiero
La situación financiera de la empresa se afecta por causa del aumento constante de los precios, así una empresa podría verse afectada en mayor o menor medida, esto según sea su solvencia, si posee pocos recursos propios, su continuidad se verá más dificultada. En otro sentido, podría mantener el precio de sus productos, por decisión de la propia empresa o por control gubernamental, lo cual contribuirá a una reducción del margen, disminuyéndose las posibilidades de crecimiento, y podría llegarse incluso a una falta de liquidez por falta de recursos. Además las medidas por parte de las autoridades económicas del país contra la inflación suponen una mayor dificultad en la gestión de la empresa, como lo han sido los controles de precios, las restricciones al crédito, los aumentos de tasas de interés, la mayor presión fiscal, etc.
En períodos inflacionarios la empresa requiere de una mayor financiación, lo cual se da por varias razones. Una de ellas es que al aumentarse el costo de las materias primas, entonces se eleva el valor de los inventarios, lo cual implica que sea necesaria una mayor financiación. Por otro lado, a pesar de que normalmente la empresa requiere de financiamiento para su crecimiento, en tiempos de inflación se necesitan más recursos financieros para el simple mantenimiento de la dimensión actual, ya que la sola conservación del capital requerirá incrementos en términos nominales, ya que en términos reales éste se deteriora.
Así que como consecuencia de la expansión del medio circulante y de la erosión del capital se requiere de mayor financiamiento, a lo cual se unen otras situaciones que sufre la empresa, como lo son la reducción de la liquidez, las políticas de crédito restrictivas, los aumentos de los tipos de interés, etc., que contribuyen a complicar la posición financiera de los productores.
Todo esto lleva a las empresas a endeudarse en tiempos de inflación, sobre todo si los préstamos concedidos a la empresa se fijan en términos monetarios, ya que la empresa los devolverá en moneda depreciada, obteniendo una ganancia monetaria por estar endeudada.
También es conveniente para la empresa reducir los plazos de cobro, pues conforme sean más bajas las cuentas por cobrar menor será la pérdida monetaria. Contrariamente conviene aumentar el plazo de pago a proveedores, ya que se podría obtener alguna ganancia monetaria como por el efecto del apalancamiento financiero.
Además se debe considerar que ciertos activos son más propensos a generar pérdidas por inflación, ya que éstas serán mayores conforme sean mayores los activos monetarios, los inventarios y activos de mayor antigüedad. Así se convierte en una estrategia anti-inflacionaria el reducir al mínimo los activos y endeudarse al máximo, lógicamente dentro de ciertos límites. En términos generales esto contribuirá a una mayor rentabilidad real. Sin embargo debe tenerse presente que esta cierta mayor rentabilidad se ve mermada por un mayor riesgo financiero, por la disminución de la liquidez y el aumento del endeudamiento, y una menor flexibilidad de la empresa para enfrentar situaciones adversas.
Es necesario un sistema de control financiero eficiente, que proteja a la empresa de la alta inestabilidad de los precios y de los costos de producción, de forma que pueda cargarlos a su precio de venta o bien, emplear alguna otra estrategia contra la inflación, por ejemplo, emplear insumos cuyo precio sea menos sensible a la inflación.

Los impuestos
Como se mostró anteriormente, los impuestos sobre las utilidades crecen en forma desproporcionada en períodos inflacionarios, lo cual provocará una descapitalización gradual de la empresa y una disminución de su capacidad productiva, y a la vez le podrían generar algunos problemas de liquidez. Esto se da porque la tasa real de impuestos llega a ser mayor que la tasa impositiva nominal, y en consecuencia un pago de impuestos en exceso, además del reparto excesivo de beneficios. Se podría decir que el Estado obtiene un beneficio de la inflación, al gravar a tasas reales superiores a las nominales.

TIPOS DE INFLACION

Inflación baja: La inflación baja se caracteriza por una lenta y predecible subida de los precios. Podríamos considerar que una inflación es baja si las tasas anuales de inflación son de un dígito. Cuando los precios son relativamente estables, el público confía en el dinero. Esta dispuesto a mantenerlo en efectivo porque dentro de un mes o de un año tendrá casi el mismo valor que hoy. Esta dispuesto a firmar contratos a largo plazo expresados en términos monetarios, porque confía en que los precios relativos de los bienes que compra y vende no se alejaran demasiado.
Inflación galopante: Es aquella inflación de dos dígitos que oscila entre el 20, el 100 o el 200 por ciento al año. De cuando en cuando, los países industriales avanzados como Italia o Japón sufren este síndrome.
Hiperinflación: Aunque parezca que las economías sobreviven con una inflación galopante, cuando golpea el cáncer de la hiperinflación se afianza una tercera y mortífera tensión. No es posible decir nada bueno de una economía de mercado en la que los precios suben un millón o incluso un billón por ciento al año.

Los principales efectos de este fenómeno podemos sintetizarlos en:
• La población reduce el consumo de bienes y servicios o desmejora la calidad, por cuanto con los mismos salarios y los precios más altos la gente compra menos.
• Los productores igualmente reducen la producción debido a la falta de demanda.
• Los fabricantes ante la disminución de las ventas despiden a los trabajadores, y cierran las empresas temporal o definitivamente.
• Frente a la desocupación aumentan los problemas de tipo social.
• En los mercados, ante escasez de productos aparece la especulación con el fin de vender a mayor precio.
• Los movimientos sindicales presionan por conseguir incremento de sueldos, congelamiento de precios, supresión de las medidas económicas y aún el cambio de gobierno.
• La moneda se devalúa, es decir pierde su poder adquisitivo. Al devaluarse la moneda, quienes se perjudican son los acreedores porque reciben moneda sin respaldo.
• La inflación es un fenómeno que afecta directamente y en mayor magnitud a las personas de ingresos fijos y bajos.
• Cuando la inflación es acelerada, las personas que tienen bienes raíces, joyas, artefactos u otros enseres, se ven obligados a vender para seguir subsistiendo.
• Los gobiernos ante la crisis económica se ven obligados a solicitar préstamo en su mayoría con altos intereses lo que compromete el futuro del país.
• Cuando la inflación tiene un ritmo acelerado se denomina hiperinflación o galopante, en cuyo caso el comercio internacional se ve perjudicado.
• Finalmente las obras que ejecuta el gobierno se paralizan debido al aumento en sus costos, lo que obliga a un reajuste de precios.

Grupos perjudicados por la inflación:
• Los jubilados, sus ingresos suelen crecer menos que los precios.
• Los trabajadores, que no pueden lograr que los aumentos en sus salarios corran paralelos a los aumentos en los precios.
• Los ahorristas, que encuentran que la tasa de interés que reciben por sus ahorros es menor que la tasa de inflación.

Beneficiados por la inflación:
• Los deudores, ya que en términos reales la cantidad de dinero que tienen que devolver es menor.
• El estado, tanto por ser un deudor neto como por efecto de ciertos impuestos en los que la proporción a pagar se calcula sobre el ingreso nominal y se eleva con la inflación.
Incertidumbre: Las decisiones son más difíciles de tomar en etapas inflacionarias. Esta inseguridad afecta principalmente a:
• Los consumidores, que desconocen el precio verdadero que tendrán que pagar por los bienes y servicios.
• Las empresas, que no saben a cuánto vender su producción y cuánto les costará llevarla a cabo.
• Los ahorristas, que no conocen cuánto valdrán sus ahorros al cabo de unos años.
• El sector público no puede prever el valor exacto de los gastos para elaborar su presupuesto.

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